Buenas tardes a todos. Hoy les presentaré una exposición sobre Testudo horsfieldii, más conocida como la tortuga rusa. Para ello, hablaré sobre su alimentación y su hábitat.
Comencemos por la alimentación de la tortuga rusa. Esta especie se caracteriza por ser herbívora, lo que significa que se alimenta principalmente de plantas. Su dieta incluye una variedad de verduras de hoja verde, como la lechuga, espinacas y berros. También disfrutan de otros alimentos como las zanahorias y los pimientos. Sin embargo, es importante destacar que se deben evitar los alimentos que contengan altos niveles de oxalato de calcio, como la espinaca y la col rizada, ya que pueden causar problemas de salud en las tortugas rusas.
En cuanto al hábitat, la tortuga rusa es nativa de las estepas y desiertos de Asia Central, por lo que requiere un entorno que simule estas condiciones. Es necesario proporcionarle un terrario amplio con sustrato adecuado, como arena o tierra mezclada con fibra de coco. Deben tener acceso a un área de escondite o cueva, ya que son animales que disfrutan de la oscuridad y la intimidad. Además, es importante proporcionarles un recipiente con agua limpia donde puedan remojarse y beber.
En cuanto a la temperatura, las tortugas rusas requieren de un ambiente cálido. Se recomienda mantener el terrario entre los 25°C y 32°C durante el día, y permitir que la temperatura caiga ligeramente durante la noche. Es fundamental contar con un foco de calor o una lámpara para proporcionarles la temperatura adecuada, así como también un foco UVB para asegurar su correcta absorción de vitamina D3, necesaria para su salud ósea.
En resumen, las tortugas rusas, Testudo horsfieldii, son animales que se alimentan de plantas y necesitan un hábitat que simule las condiciones de su entorno natural. Requieren de un entorno cálido, con sustrato adecuado y acceso a agua limpia. Si se siguen estas recomendaciones, estas tortugas pueden ser mascotas fascinantes y longevas.
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